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Impacto de la tecnología en la sociedad: El caso de Ecuador

Para nadie es un secreto que la tecnología ha impactado a la sociedad de variadas maneras.  Ese impacto, en ocasiones, ha sido para bien pero lamentablemente, en otras ha sido para mal.  Uno de los aspectos más impactados en los últimos tiempos ha sido la manera en que se comunican los jóvenes. Para investigar el impacto en la sociedad ecuatoriana, el autor lleva a cabo dos tipos de investigaciones, una de origen cuantitativa y la otra de origen cualitativa. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del 2017, más de la mitad de la población en Ecuador, el 58.3%, ha utilizado internet en los últimos 12 meses, aunque de ese porciento, el 10,5% de personas entre 15 y 45 años son analfabetas digitales, entiéndase que no tiene dominio de las competencias digitales. En las últimas décadas, la manera en que la sociedad se empapa de información, sobre todo escrita, ha sido impactada en gran medida por el uso frecuente de la televisión y los teléfonos inteligentes.  Se obtiene de manera no estructurada, entiéndase el uso de plataformas electrónicas, Facebook, Tweets, vídeos, películas, fotos y correos electrónicos, entre otros. Incluso, para la contratación de trabajos, el dominio cognitivo sobre el físico pasa a ser un común factor al momento de contratar personal en distintas compañías.  Esto, tal y como se habla en el presente, trae como tema de discusión desde 1930 el temor a sufrir de desempleo debido a los adelantos tecnológicos y crea temor de ser reemplazado por máquinas. De igual manera, esta forma de obtener información no estructurada ha influido mucho en la manera en que la juventud se comunica e interactúa. En la época moderna, prácticamente desde edades muy tempranas, los estudiantes viven frente a una pantalla, ya sea del televisor, de un teléfono o de una computadora y este porcentaje se incrementa en gran medida a partir de los doce años, quedando en muchas ocasiones nuestros jóvenes a merced de ser educado en su gran mayoría por estos dispositivos. Esto no trae consigo solamente problemas de aprendizaje, si no también problemas socioemocionales como adicción a su uso, depresión, ansiedad y hostilidad entre los adolescentes. Los datos que arrojan la investigación son sumamente interesantes.  En general, los jóvenes indicaron sentirse adictos a su teléfono móvil y de igual manera a las redes sociales. Indicaron que sienten temor a perder o quedarse sin su teléfono móvil por alguna razón, así como preferir compartir de manera remota sobre la personal con sus pares.

Como madre de cuatro adolescentes, puedo dar fe del cambio que ha tenido la manera en que los jóvenes de hoy en día se comunican en comparación a la forma en que la juventud se comunicaba en mis tiempos de niñez. Ver cómo de visitar a mis vecinos, llevar a cabo juegos activos o hasta hacer una pijamada eran actividades de confraternización del día a día.  Sin embargo, ver cómo mis hijos interactúan con otros jóvenes sin necesidad de verse físicamente y que no tengan ningún interés de relacionarse de ninguna otra manera realmente es preocupante. Aunque definitivamente el internet y los distintos dispositivos originalmente tenían la intención de acercarnos a personas que se encontraran lejos, esto se ha convertido en la orden del día y no se muestra interés de hacerlo de otra manera que no sea únicamente a través del celular o redes sociales.  Lo más me llama la atención de la investigación es que esta se realizó en el 2019, justo antes de la pandemia y donde definitivamente la tecnología se incrementó en todo el mundo e incluso jugó un papel muy importante siendo ésta la única manera de comunicarnos, continuar los procesos laborales y educativos, hacer compras, resolver diligencias, etc. A raíz de este evento surgieron infinidad de plataformas y aplicaciones para que se pudiera continuar con un ritmo lo más parecido a lo normal pero con la peculiaridad de hacerlo todo a la distancia. En el presente, enviar un texto para comunicar una idea o hacer una pregunta supera a generar llamadas telefónicas, dejando como evidencia cómo estos adelantos en la comunicación ha traído como desventaja la pobre interacción entre las personas. Nos toca educar a nuestros jóvenes y futuras generaciones sobre el uso correcto de las TICS en la educación y a mantener relaciones interpersonales saludables.

Luque González, A., & Herrero García, N. (2019). Impacto de la tecnología en la sociedad: el caso de Ecuador. Universidad y Sociedad, 11(5), 176-182. Recuperado de http://rus.ucf.edu.cu/index.php/rus

 

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