Foros de Discusión de MSW
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Reacción a la reflexión crítica de don Antonio López Peláez titulada “Tecnología y sociedad: Impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad actual” por Alma
Quote from alma.santana on November 15, 2023, 3:32 pm
- La justificación del progreso científico: de la “verdad” decimonónica a la “eficacia” de la tecnología operativa Siglos XIX y XX
La ciencia y la técnica no son buenas ni malas: son verdades necesarias, productos necesarios, del pensar humano, con la capacidad de resolver sus propios conflictos. En los Siglos XIX y XX no se cuestionaba el salto de la necesidad teórica a la necesidad práctica de una tecnología concreta. La revolución industrial era inevitable por el progreso, se respetaba cualquier iniciativa tecnológica sin respetar la sociedad ni la estructura medioambiental de su entorno. Si no se orienta y controla la ciencia mal entendida y la técnica mal aplicada pueden devorar a sus propios creadores.
La tecnología moderna no es un bien neutral exportable sin más; hay casos concretos en los que resulta muy perjudicial y representa un retroceso. Un ejemplo concreto lo tenemos en la aplicación de la genética a la agricultura en el Tercer Mundo.
La pavorosa destrucción del medioambiente y la supeditación del individuo a la publicidad creadora de falsas necesidades que perpetúan el sistema nos urge desarrollar una propuesta alternativa que parta de la lógica propia del avance tecnológico y de las verdaderas necesidades humanas.
- Nuevas tecnologías y sociedad: retrato de una influencia
Las nuevas tecnologías configuran nuestra sociedad actual; solo desde ellas es posible elaborar un proyecto continuista o alternativo a las carencias de ésta y solo desde las necesidades de la sociedad podemos encauzar el progreso tecnológico.
El desafío educativo. El sistema educativo tiene que adaptarse a las potencialidades que ofrecen las tecnologías si se quiere que sirvan para formar las personas que han de vivir en un mundo en cambio constante y acelerado. Las nuevas tecnologías se pueden aplicar en el aprendizaje, pero conociendo y teniendo en cuenta el funcionamiento de la percepción humana. El avance científico no es tal en muchos casos: bomba atómica y guerra bacteriológica, ni es neutral (está al servicio de diversos poderes que lo alimentan y financian) ni es altruista (a la hora de decidir la viabilidad de un proyecto se piensa en la parte económica). El fin de la ciencia y la técnica debe ser: paz, justicia social, prosperidad, cultura, capacidad de comunicación, creatividad. No hay paz si están rondando por ahí bombas nucleares, no hay justicia social si cada día son más costosos los celulares, por ejemplo, y para redondear, no hay creatividad si está por ahí la inteligencia artificial coartándola.
El desafío industrial. Las nuevas tecnologías dinamizan la actividad productora y modifican substancialmente el producto. La sociedad tecno-industrial debe estructurarse en torno a tres preguntas: a) La pregunta por la finalidad, ¿a quién beneficia el avance?, ¿cuál es el precio de la cosificación cada vez mayor de la información y los objetos? La optimización de la producción industrial por medio de las nuevas tecnologías, ¿en qué medida la humaniza? Se trata de potenciar la naturaleza humana, y no de consumir más para mantener un sistema que nos ahoga en el tifón publicitario. b) La pregunta por los objetivos: ¿cuáles son los objetivos del progreso tecnológico aplicado a la producción?, ¿qué pasa en la sociedad civil de consumo masivo? El objetivo es consumir, lograr que se compre, aun a costa de instaurar una lógica de compulsión y de dominación, porque se busca “tener” para afirmarse socialmente por tal “tener” (aunque algunos busquen comodidad de vida y otros busquen la prepotencia sobre los demás mediante tal afirmación. El afán consumista es insaciable. c) La pregunta por ámbitos de aplicación: El criterio de aplicación no puede formularse en torno a lo más avanzado tecnológicamente, sino en relación con lo más apropiado en base a los recursos materiales y humanos y la estructura sociocultural. Innovar y mejorar suelen usarse como sinónimos, pero no lo son. Los objetivos y los fines de la tecnología deben ser otorgar al hombre más posibilidades de ser humano.
- Caracterización de la tecnología moderna
Operatividad. La tecnología es un saber operativo que surge de las necesidades de la realidad y vuelve a ella a transformarla en mayor eficacia y control. La tecnología es ciencia operativa. Al enfrentar los problemas prácticos lo hace para lograr eficacia del proyecto y control del proceso y de las consecuencias.
Impacto social y ecológico. El ritmo acelerado y persistente de las nuevas tecnologías producen cambios rápidos y profundos en la vida. Su aplicación industrial ha generado realizar el trabajo con máquinas sustituyendo al ser humano. La producción de artefactos tecnológicos se caracteriza por la suplantación de la naturaleza por la artificialidad, la civilización del plástico y los materiales sintéticos. No entendemos los objetos tecnológicos, lo que nos lleva a ser esclavos de un técnico. En cuanto al control, éste se hace después de conocerse el impacto tratando de remediar las consecuencias, pero siempre anteponiendo el aspecto económico y olvidándose del impacto social y el medio ambiente.
Carácter social: realización comunitaria. Es necesario contrastar el avance científico técnico con las necesidades de la sociedad y con sus carencias. Lo único que justifica la técnica moderna es el mejoramiento de la vida humana, no el avance por el avance o el avance motivado por otras razones que no sea la realización del hombre. La tecnología es un producto que define, configura y refleja la sociedad.
Independencia sobre los individuos y crisis psicológica. Lamentablemente estamos en una crisis de identidad social e individual. El individuo está solo vendido a los montajes publicitarios y con una estructura burocrática que nos atrapa. Los avances tecnológicos producen necesidades en el individuo a veces incomprensibles que generan efectos de poder induciendo a conductas de sumisión y suponen un cambio en las relaciones sociales interpersonales. La crisis de soledad individual, desarraigo y la dependencia psicológica de los objetos tecnológicos conducen al consumismo detrás de la eficacia produciendo una conducta compulsiva.
- Puntos de partida de un planteamiento crítico y reflexivo
Definitivamente hay que estar alertas al mito de justificar la ciencia y la técnica como un bien en sí mismo basado solamente en el ideal de progreso y en la búsqueda de la verdad.
La falsedad del ideal del “progreso” como realización de las potencialidades del hombre y de la historia a través de la ciencia y la técnica. El progreso no puede ser evaluado solamente por las escalas de ventas, efectividad y poder de la sociedad de consumo. Es imprescindible evaluar la calidad del progreso alcanzado en el Siglo XX que nos ha llevado a guerras mundiales, guerras locales, armas nucleares, armas químicas, el hambre y la pobreza del Tercer Mundo. Urge dirigir los avances de la ciencia y la técnica a la persona.
La beligerancia de la ciencia y la tecnología: falsedad de su supuesta neutralidad y autonomía. Al analizar la moderna sociedad tecnológica tenemos que ser muy cautelosos. Los artefactos tecnológicos deben ser encauzados hacia una finalidad auténticamente humana. No se puede fabricar sin analizar antes y considerar las consecuencias porque entonces estaremos en el punto donde el homo faber guía al homo sapiens.
Interacción tecnología-sociedad. No podemos caer en la tentación de “reificar” la técnica al convertirla en una especie de encarnación del destino o de la necesidad. Podemos luchar por construir un mundo más humano. El mañana no está escrito y la necesidad no es nuestro destino: es solo un enemigo, un enemigo peligroso. Hoy más que nunca tenemos que reafirmar nuestra convicción de la prioridad del hombre y de la sociedad sobre el avance tecnológico.
La cuestión del fin: volviendo a Aristóteles. El problema central de la acción del hombre es la finalidad, por eso es necesario preguntarse el fin de un proyecto tecnológico, qué lo mueve y hacia dónde se mueve antes de ponerlo en marcha para ver de forma anticipada su finalidad humanizadora.
- La justificación del progreso científico: de la “verdad” decimonónica a la “eficacia” de la tecnología operativa Siglos XIX y XX
La ciencia y la técnica no son buenas ni malas: son verdades necesarias, productos necesarios, del pensar humano, con la capacidad de resolver sus propios conflictos. En los Siglos XIX y XX no se cuestionaba el salto de la necesidad teórica a la necesidad práctica de una tecnología concreta. La revolución industrial era inevitable por el progreso, se respetaba cualquier iniciativa tecnológica sin respetar la sociedad ni la estructura medioambiental de su entorno. Si no se orienta y controla la ciencia mal entendida y la técnica mal aplicada pueden devorar a sus propios creadores.
La tecnología moderna no es un bien neutral exportable sin más; hay casos concretos en los que resulta muy perjudicial y representa un retroceso. Un ejemplo concreto lo tenemos en la aplicación de la genética a la agricultura en el Tercer Mundo.
La pavorosa destrucción del medioambiente y la supeditación del individuo a la publicidad creadora de falsas necesidades que perpetúan el sistema nos urge desarrollar una propuesta alternativa que parta de la lógica propia del avance tecnológico y de las verdaderas necesidades humanas.
- Nuevas tecnologías y sociedad: retrato de una influencia
Las nuevas tecnologías configuran nuestra sociedad actual; solo desde ellas es posible elaborar un proyecto continuista o alternativo a las carencias de ésta y solo desde las necesidades de la sociedad podemos encauzar el progreso tecnológico.
El desafío educativo. El sistema educativo tiene que adaptarse a las potencialidades que ofrecen las tecnologías si se quiere que sirvan para formar las personas que han de vivir en un mundo en cambio constante y acelerado. Las nuevas tecnologías se pueden aplicar en el aprendizaje, pero conociendo y teniendo en cuenta el funcionamiento de la percepción humana. El avance científico no es tal en muchos casos: bomba atómica y guerra bacteriológica, ni es neutral (está al servicio de diversos poderes que lo alimentan y financian) ni es altruista (a la hora de decidir la viabilidad de un proyecto se piensa en la parte económica). El fin de la ciencia y la técnica debe ser: paz, justicia social, prosperidad, cultura, capacidad de comunicación, creatividad. No hay paz si están rondando por ahí bombas nucleares, no hay justicia social si cada día son más costosos los celulares, por ejemplo, y para redondear, no hay creatividad si está por ahí la inteligencia artificial coartándola.
El desafío industrial. Las nuevas tecnologías dinamizan la actividad productora y modifican substancialmente el producto. La sociedad tecno-industrial debe estructurarse en torno a tres preguntas: a) La pregunta por la finalidad, ¿a quién beneficia el avance?, ¿cuál es el precio de la cosificación cada vez mayor de la información y los objetos? La optimización de la producción industrial por medio de las nuevas tecnologías, ¿en qué medida la humaniza? Se trata de potenciar la naturaleza humana, y no de consumir más para mantener un sistema que nos ahoga en el tifón publicitario. b) La pregunta por los objetivos: ¿cuáles son los objetivos del progreso tecnológico aplicado a la producción?, ¿qué pasa en la sociedad civil de consumo masivo? El objetivo es consumir, lograr que se compre, aun a costa de instaurar una lógica de compulsión y de dominación, porque se busca “tener” para afirmarse socialmente por tal “tener” (aunque algunos busquen comodidad de vida y otros busquen la prepotencia sobre los demás mediante tal afirmación. El afán consumista es insaciable. c) La pregunta por ámbitos de aplicación: El criterio de aplicación no puede formularse en torno a lo más avanzado tecnológicamente, sino en relación con lo más apropiado en base a los recursos materiales y humanos y la estructura sociocultural. Innovar y mejorar suelen usarse como sinónimos, pero no lo son. Los objetivos y los fines de la tecnología deben ser otorgar al hombre más posibilidades de ser humano.
- Caracterización de la tecnología moderna
Operatividad. La tecnología es un saber operativo que surge de las necesidades de la realidad y vuelve a ella a transformarla en mayor eficacia y control. La tecnología es ciencia operativa. Al enfrentar los problemas prácticos lo hace para lograr eficacia del proyecto y control del proceso y de las consecuencias.
Impacto social y ecológico. El ritmo acelerado y persistente de las nuevas tecnologías producen cambios rápidos y profundos en la vida. Su aplicación industrial ha generado realizar el trabajo con máquinas sustituyendo al ser humano. La producción de artefactos tecnológicos se caracteriza por la suplantación de la naturaleza por la artificialidad, la civilización del plástico y los materiales sintéticos. No entendemos los objetos tecnológicos, lo que nos lleva a ser esclavos de un técnico. En cuanto al control, éste se hace después de conocerse el impacto tratando de remediar las consecuencias, pero siempre anteponiendo el aspecto económico y olvidándose del impacto social y el medio ambiente.
Carácter social: realización comunitaria. Es necesario contrastar el avance científico técnico con las necesidades de la sociedad y con sus carencias. Lo único que justifica la técnica moderna es el mejoramiento de la vida humana, no el avance por el avance o el avance motivado por otras razones que no sea la realización del hombre. La tecnología es un producto que define, configura y refleja la sociedad.
Independencia sobre los individuos y crisis psicológica. Lamentablemente estamos en una crisis de identidad social e individual. El individuo está solo vendido a los montajes publicitarios y con una estructura burocrática que nos atrapa. Los avances tecnológicos producen necesidades en el individuo a veces incomprensibles que generan efectos de poder induciendo a conductas de sumisión y suponen un cambio en las relaciones sociales interpersonales. La crisis de soledad individual, desarraigo y la dependencia psicológica de los objetos tecnológicos conducen al consumismo detrás de la eficacia produciendo una conducta compulsiva.
- Puntos de partida de un planteamiento crítico y reflexivo
Definitivamente hay que estar alertas al mito de justificar la ciencia y la técnica como un bien en sí mismo basado solamente en el ideal de progreso y en la búsqueda de la verdad.
La falsedad del ideal del “progreso” como realización de las potencialidades del hombre y de la historia a través de la ciencia y la técnica. El progreso no puede ser evaluado solamente por las escalas de ventas, efectividad y poder de la sociedad de consumo. Es imprescindible evaluar la calidad del progreso alcanzado en el Siglo XX que nos ha llevado a guerras mundiales, guerras locales, armas nucleares, armas químicas, el hambre y la pobreza del Tercer Mundo. Urge dirigir los avances de la ciencia y la técnica a la persona.
La beligerancia de la ciencia y la tecnología: falsedad de su supuesta neutralidad y autonomía. Al analizar la moderna sociedad tecnológica tenemos que ser muy cautelosos. Los artefactos tecnológicos deben ser encauzados hacia una finalidad auténticamente humana. No se puede fabricar sin analizar antes y considerar las consecuencias porque entonces estaremos en el punto donde el homo faber guía al homo sapiens.
Interacción tecnología-sociedad. No podemos caer en la tentación de “reificar” la técnica al convertirla en una especie de encarnación del destino o de la necesidad. Podemos luchar por construir un mundo más humano. El mañana no está escrito y la necesidad no es nuestro destino: es solo un enemigo, un enemigo peligroso. Hoy más que nunca tenemos que reafirmar nuestra convicción de la prioridad del hombre y de la sociedad sobre el avance tecnológico.
La cuestión del fin: volviendo a Aristóteles. El problema central de la acción del hombre es la finalidad, por eso es necesario preguntarse el fin de un proyecto tecnológico, qué lo mueve y hacia dónde se mueve antes de ponerlo en marcha para ver de forma anticipada su finalidad humanizadora.